domingo, 11 de noviembre de 2012

Alain Tanner - L'Homme qui a perdu son ombre (1991)


El hombre que perdió su sombra
Cuando no quedan ideas, cuando ya no se sabe porqué se hacen las cosas, se es como un hombre que ha perdido su sombra, le dice Antonio a Paul. Antonio cree que Paul ha perdido su sombra. Viejo comunista andaluz, de regreso a su tierra tras un largo exilio en Francia, Antonio aloja a Paul, que ha huido de su casa después de hacerse despedir del periódico donde trabajaba. (FILMAFFINITY)
Escrita y dirigida por Alain Tanner, se rodó en París y en Cabo de Gata (Almería). Ganó el premio del Círculo de Escritores de Cine al mejor actor (Paco Rabal) y el premio del Festival de Montreal al mejor actor (Paco Rabal).

La acción tiene lugar en París y Cabo de Gata, en torno a 1990. Narra la historia de Paul, periodista, casado, padre de un niño de corta edad, de espíritu independiente y librepensador. Al constatar que no puede expresarse libremente en sus escritos periodísticos, el mundo se le viene abajo e, irritado, fuerza que le despidan de la empresa. Moralmente afectado, decide ir al encuentro de un viejo y admirado compañero, Antonio García Palera (Paco Rabal), que vivió exiliado en Francia durante 40 años y desde hace unos diez regenta un bar en Cabo de Gata. Se despide de su mujer con una breve nota: "Volveré pronto, un abrazo".

La película aprovecha el encuentro de Paul y Antonio para desarrollar una interesante reflexión sobre el sentido de la vida, los ideales de juventud, la firmeza de las convicciones de los viejos luchadores y el desencanto de muchos, especialmente en los 90. Antonio, fiel a sí mismo y a sus compromisos, es el maestro que aconseja, sugiere y explica. Paul busca en Antonio el apoyo que necesita para continuar viviendo. Ha de trabajar y luchar para sacar adelante la familia y necesita recuperar el aliciente de sus ideales y la esperanza en un mundo más libre y más justo. Su antigua compañera, María (Ángela Molina), le ayuda a revivir el pasado, ya superado. Su compañera actual, Anne (Valeria Bruni Tedeschi), le apoya con afecto, amor y comprensión. Paul, solo y aislado, se encuentra frente a un mar tranquilo, que no cesa de batir y erosionar con su oleaje las rocas de la costa (injusticia y opresión) y de alimentar y dar forma a playas abiertas e inmensas, que evocan libertad, magnanimidad y fraternidad.

La música suena con intensidad. La partitura incluye composiciones de violín, violín y cello, acordeón y violín, solos de piano, etc. La música adicional incorpora guitarra española, palmas y cante flamenco. La fotografía hace uso de planos largos y planos secuencia, de movimientos de cámara escrutadores y prolongados, de encuadres soberbios (Antonio en cama), de luces tenues y dispersas y de una paleta de colores matizados, contrastados con negros intensos. El guión narra una historia interesante, que se apoya en la palabra tanto como en la imagen y el sonido. Suma concisión verbal con exposiciones de acertado tono retórico en boca de Antonio. La interpretación de Rabal, excelente, mereció con holgura los dos premios que obtuvo. Valeria Bruni y Ángela Molina están convincentes. La dirección crea una obra que avanza a buen ritmo y que suma, con solidez, música, imagen, sonido y palabra.


La película exalta el disenso, los ideales y la lucha por la libertad y por la justicia. La firmeza de Antonio, la comprensión de Anne y la insistencia del mar, no dejan lugar para la desilusión. (Miquel, FilmAffinity)
FA 5130

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