domingo, 11 de noviembre de 2012

Peter Fleischmann - Jagdszenen aus Niederbayern (1969)


Escenas de caza en Baviera
Abram vuelve al terruño, y aunque sus habilidades como mecánico son apreciadas, las sospechas de los vecinos acerca de sus preferencias sexuales le hacen la vida difícil.
Asi su carrera se hubiese reducido a este único film, con Escenas de caza en Bavieraya tendría asegurado Peter Fleischmann un lugar entre los más importantes directoresalemanes de la segunda mitad del s.XX. Este film de cáustica crítica social, que ya en su época supo levantar sonoras protestas, resultó ser en los años siguientes no sólo precursor de obras similares -No es perverso el homosexual, sino la sociedad en la que vive, de Rosa von Praunheim, por citar un ejemplo-, sino que también, con la atmósfera de su fotografía en blanco y negro insinuó mucho de la atmósfera y el estilo que entregaría La cinta blanca de Michael Haneke años después. 
film-rezensionen.de 
La gran fuerza de Fleischmann es la de evitar caer en el film de tesis, demostrativo, por un lado porque trabaja con la ambivalencia de los personajes, por otro porque logra anclar su relato en una sorprendente realidad documental. Esto último viene en particular de su voluntad de hacer actuar a los doscientos treinta y cinco habitantes de Unholzing, un pequeño pueblo bávaro. Los aldeanos aceptan el proyecto de Fleischmann y participan en la realización del film, prodigándole muchos consejos y aliento. Martin Sperr concuerda perfectamente con la interpretación naturalista de los habitantes, dado que el joven actor, autor asimismo de la obra que se adapta, es también bávaro. De tal modo, el film se inscribe netamente en la veta del heimat alemán, con sus diálogos en dialecto y su aspecto folklórico. Es cierto que el cineasta utiliza este folklore con ironía, como lo muestra su banda musical desfasada y sus jodeln, que son como otros tantos contrapuntos absurdos al horror de las situaciones. A Fleischmann le gustan los rodeos: la misa inicial y la fiesta organizada por el alcalde para su reelección muestran las taras de una sociedad encerrada en sí misma y excluyente, y no el mensaje de fraternidad y de democracia que habrían transmitido en otro contexto. Pero no hay sólo ironía en este folklore: el cineasta muestra la real existencia de una cultura bávara, una identidad marcada por la tierra y el campesinado. Se dedica a dar cuenta con suma precisión del ritmo vital de esa aldea marcada por las cosechas y las labores de la cría y el cultivo. Si estigmatiza el lado reaccionario de la cultura campesina, muestra al mismo tiempo que tal cosa es comprensible dado el modo de vida de esos hombres y mujeres. Pensamos entonces en la terrible frase de la madre de Ernst: "La idiotez cuesta cara, tan cara como los estudios," sentencia horrible pero que no es más que el reflejo de las drásticas condiciones de vida en el campo. Todo Escenas de caza en Baviera se halla contenido ahí: un discurso terrible sobre la exclusión y el horror cotidiano, pero también la compasión y el singular humor de su autor. Cosas todas que no hacen de este film un simple panfleto, sino una obra inquietante, inesperada, única.
Olivier Bitoun, DVDClassik

Al igual que La súbita riqueza de los pobres de Kombach de Schlöndorff, rodado en la misma época, también este film de Fleischmann se inscribe -parodiándolo- en el marco del entonces popular heimatfilm, una especie de género folklórico nada conflictivo. Lo que no me queda claro es si los pobladores sabían positivamente en dónde se metían, o si fueron atraídos con ese señuelo, y creían integrar el reparto de un heimatfilm más... Igual no lo voy a investigar, es una ambigüedad que me gusta como para que quede picando. Copia proveniente de un torrent anónimo. Subtítulos probablemente provenientes de un dvd, los portugueses son de sleepy joe, y los castellanos, de un servidor.
FA 5176

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