sábado, 7 de septiembre de 2013

A Touch of Class (Melvin Frank, 1972)

Un toque de distinción

Agridulce comedia romántica que relata el affaire entre un hombre de negocios americano y casado y una divorciada inglesa. (FILMAFFINITY)

1973: Oscar: Mejor actriz (Glenda Jackson). 5 nominaciones
1973: Festival de San Sebastián: Concha de Plata y mejor actriz (Glenda Jackson)
1973: Círculo de críticos de Nueva York: Nominada a Mejor Actriz (Glenda Jackson)

Film dirigido, coescrito y producido por el realizador norteamericano Melvin Frank (1913-1988). El guión es original de Melvin Frank y Jack Rose. Se rueda en escenarios naturales de Londres (Hyde Park, Regent Street, Royal Albert Hall...) y Marbella (España) y en los platós de Lee Internacional Studios (Wembley, Londres). Nominado a 5 Oscar (guión original, película, banda sonora, canción y actriz principal), gana uno (actriz principal). Producido por Melvin Frank para Joseph E. Levine Productions, se estrena el 20-VI-1973 (NY, NYC).

La acción dramática tiene lugar a lo largo de una semana de vacaciones en Marbella y varias semanas en Londres, en 1972/73. Wicki Allassio (Jackson) y Steve Blackburn (Segal) se conocen casualmente en Hyde Park una mañana de un día festivo del verano. Posteriormente coinciden al buscar ambos un taxi, que deciden compartir. Ella es divorciada y madre de una niña y un niño. Él está felizmente casado y es padre de unos niños. Ella es inglesa y él norteamericano. Ella trabaja como diseñadora de modas de una firma que imita los modelos de las grandes firmas (Givenchy, Christian Dior...) y él dirige una empresa de venta de seguros ubicada en la City.

El film desarrolla una comedia romántica, que explica las complicaciones y desventuras de una pareja que decide compartir las mieles de una aventura sexual clandestina. Ella la necesita porque lleva meses sin sexo y él la desea porque le atrae la potente sexualidad de Wicki, sus ideas liberales, su singular sentido del humor y la ironía y la aversión de ambos a adquirir compromisos. Comparten la misma visión del amor libre y una valoración tolerante de lo que consideran como episodios de infidelidad leve. Son dos personajes propios de los primeros años 70, cuando en EEUU y en Europa se han generalizado ampliamente entre los jóvenes los valores de la revolución sexual de los 60, la liberación de la mujer y el amor libre como práctica normal y no transgresora. La modernidad de los personajes se ve reforzada por el trabajo directivo de Wicki, la afición de ambos al turismo de sol y playa, su interés por los destinos turísticos españoles, la frecuencia de los desplazamientos en avión, la práctica del golf, la utilización del 600, etc.

El humor y la comicidad se basa en la trasgresión de normas convencionales, la suplantación de identidades (la amante por la abuela), las inversiones de la intimidad de la pareja (Walter y Patty), episodios de lucha de sexos, ausencia de ascensores en el hotel de la playa, los estereotipos nacionales (personajes indolentes, grupos amplios de amigos, afición a las apuestas...), estereotipos masculinos, inversión de comportamientos (susceptibilidad y vulnerabilidad del hombre frente a serenidad y fortaleza de la mujer), etc.

La base de la farsa viene dada por la sucesión interminable de calamidades que afectan a la pareja y dificultan su práctica tranquila del sexo, objetivo central de la pareja en la primera parte del film. La segunda parte, que tiene lugar en Londres, se sirve de nuevos recursos cómicos, como el estrés del varón, la acumulación de imprevistos, la imposible combinación de compromisos con la esposa y la amante, sorpresas inesperadas (aparición del amor), etc.

La película conserva una parte de la fuerza cómica inicial, si bien parte de ella se ha perdido a causa de los cambios registrados en las concepciones de temas como amor clandestino, sexo sin amor, amor sin compromiso, liberación sexual de la mujer, etc. Las antiguas definiciones alimentan “gags” explícitos e implícitos del film. Se ha de decir que ha caducado la hilaridad y la corrección, presente en los años 70, de la homosexualidad. Por lo demás, han variado considerablemente los conceptos de cuestiones como amor clandestino, sexo sin amor, amor sin compromiso, liberación sexual de la mujer, etc. Las interpretaciones de Jackson y Segal son magníficas. El film rinde homenaje al británico David Lean y a su obra “Breve encuentro” (1945).

Son escenas destacadas la pelea de la pareja en la habitación del hotel con lanzamiento de ropa de vestir, lencería, almohadones y otros objetos, la pirámide de amigos y primos del cady Enrique, la dificultad de encontrar una habitación con vistas al mar, la marcha renqueante del 600, la lucha entre una persona mayor y un menor en el campo de golf, etc.

La banda sonora, de John Cameron (“Más allá del deber”, Cunningham, 2001), aporta una acertada selección de composiciones que crean una adecuada y convincente ambientación musical. Ofrece, además, varias canciones originales, como “A Touch of Class”, “All That Love Went to Waste” (nominada al Oscar) y otras de B. Berrie y S. Cahn. Añade varios fragmentos de la Sinfonía nº 7 de Beethoven. La fotografía, de Austin Dempster (“Al diablo con el diablo”, Donen, 1967), trabaja con una cámara que pasa desapercibida. Subraya la comicidad visual (salto del trampolín), capta el tipismo de lugares (Soho), personajes (cady Enrique), bebidas (sangría), juegos urbanos (Hyde Park), espectáculos singulares (corridas de toros), etc. Se complace en ofrecer perspectivas amplias, espacios abiertos y paisajes espléndidos. (Miquel, FilmAffinity)

FA 6749

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